El barco está amarrado
irreversible es el tiempo de partir
No diré adios,
No construiré un discurso de lágrimas
Prefiero otras mentiras
Imaginar un viaje de ida y vuelta
Aunque intuya la certeza d
e que no nos volveremos a ver.
Las horas han fluido
y los plazos se vencieron serenamente
Y el juego agotó sus trucos
y sus luminosas ilusiones
Prefiero otras ficciones
y con una leve y perseverante sonrisa
ignorar a los cristales
que internamente estallaron en fragmentos.
La nave se va.
Me voy.
Hasta luego.
J.Kellen, 1985
viernes, 13 de febrero de 2009
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